Animales que despiertan el mayor de los temores en las personas, esos son sin duda los cocodrilos. Son increíblemente hábiles dentro del agua, pero también más que capaces de darnos un susto fuera de ella. ¿Cómo lo hacen para estar tan bien adaptados a ambos medios? La respuesta sería muy compleja, pero algo que sí se puede adelantar es que tienen una ventaja anatómica.
Como todos los reptiles, los cocodrilos respiran aire, pero son capaces de estar bastante tiempo sumergidos. Mientras se encuentran respirando, el sistema circulatorio recorre todo el cuerpo, como ocurre con el nuestro, pero al bucear esto cambia. En apnea, los vasos sanguíneos que salen del corazón hacia los pulmones se contraen y se elimina el flujo en esa dirección. Los cocodrilos pueden mantener un flujo de sangre evitando los pulmones gracias a un “agujero” que conecta los vasos sanguíneos que salen del corazón. Esa conexión, llamada “foramen de Panizza”, permite mantener sus buceos por mucho más tiempo, absorbiendo casi la totalidad de oxígeno que hubiera en la sangre.
¿Podrán sorprendernos otros animales de los que pensamos que sabemos todo?