En las zonas más húmedas del Sudeste Asiático y Nueva Guinea encontramos una planta llamada Myrmecodia. Esta planta es como un globito espinoso y a menudo está repleta de hormigas. Si cortamos esos globitos veremos un tejido repleto de canales y huecos. Si observásemos detenidamente esos canales podríamos ver líneas oscuras con sedimentos. ¡Estas son las letrinas particulares de las hormigas! La parte oscura son los restos de las defecaciones de las hormigas, e incluso restos de animales de los que se han alimentado. Quizás estéis pensando en por qué iba una planta a disponer de todo ese sistema laberíntico para las hormigas. Pues bien, todos esos “desperdicios” son ricos en nitrógeno, fósforo y otros nutrientes que la planta necesita para crecer. Los desechos de unos resultan imprescindibles para otros. Un ejemplo curioso de simbiosis entre plantas y animales y de reciclaje. ¿Conoces algún otro ejemplo que nos puedas ilustrar?
Foto de Forster, CC-By 4.0