Un “fósil viviente” es un animal que prácticamente no ha evolucionado desde hace muchos millones de años. Tan sólo hay un puñado de ejemplos, puesto que el ambiente cambia rápidamente y los genes, normalmente, tienen que adaptarse e ir cambiando a un ritmo rápido.
Uno de ellos es el Celacanto. Un pez con aproximadamente 400 millones de años de antigüedad. Ni siquiera podemos hacernos una idea de cuánto tiempo es eso, pero para empezar a imaginar, es antes de que ningún vertebrado pisara jamás la tierra.
Eso es, el celacanto está aquí desde antes de que los animales de los que descendemos pasaran del mar al secano. De hecho, imaginad la sorpresa cuando este animal, que se pensaba extinto, fue descubierto vivo hace menos de 100 años. Sorprendió al mundo en dos ocasiones, una en las Sudáfrica (en 1938) y otra en Indonesia, hace tan sólo 24 años (en 1998). Sus poblaciones, sin embargo, se encuentran catalogadas en peligro de extinción.
¿Cómo es posible que no se conociera antes? Esta especie se desarrolla normalmente a profundidades de más de 150 metros, y han habido pocos casos de encuentros con buceadores. Además, sus números son reducidos.
Algunas curiosidades son su reproducción tardía, pasados los 20 años de edad; su longevidad, estimada en hasta 100 años; y sus aletas carnosas recubiertas de escamas. ¿Podrías encontrar animales tan curiosos como este?
Fotografía de Bruce Henderson CC