Los delfínidos, igual que nosotros, son animales de sangre caliente, y sus cuerpos en zonas frías suelen ser más gorditos para no perder tanto calor. Pero ¿qué ocurre en las aletas? Estás partes son más delgadas y son potencialmente un problema para el delfín ya que por ellas podría perder mucho calor corporal a través de la sangre que irriga sus extremidades. ¿Cómo evitar que esto ocurra?

Tienen un truco. Al contrario que nosotros, que tenemos venas y arterias cercanas pero independientes, estos animales han desarrollado un sistema circulatorio distinto. Cuando la sangre va hacia la aleta, la arteria se sitúa central, y es rodeada por multitud de venas que traen la sangre fría después de haber estado en la extremidad. Al disponerse así, consigue que el calor de la sangre arterial se transmita, mientras se aleja del pecho, hacia la venosa, que va entrando al tronco. Cuando la sangre arterial llega a los tejidos de la aleta, ya ha perdido casi todo su calor y el delfín ha conseguido mantener su calor para sobrevivir en las aguas frías. ¿Qué otros trucos conoces para mantener la temperatura en zonas frías?
Foto de Christopher Michel 1967, CC-BY-2.0