El Sonido del Universo

El cosmos ha generado siempre una mezcla entre curiosidad y admiración a la humanidad. Diferentes culturas de todas las regiones de la tierra han observado durante milenios su oscuridad buscando respuestas. Pero nuestra capacidad para comprenderlo está limitada a una adaptación terrícola. Nuestros sentidos no nos permiten disfrutar de todo su esplendor. Pero algo está cambiando. Un nuevo desarrollo tecnológico parece abrirnos las puertas a sus secretos.

Sabemos que mirar al universo es mirar al pasado. Los viajes en el tiempo comienzan cuando una luz que inició su recorrido hace miles de años llega cada noche a nuestra retina. Hemos contemplado vivas a estrellas que actualmente no existen y constelaciones que dejaron de girar miles de años atrás. Cada noche al observar a Andrómeda, nuestra galaxia más cercana, la vemos justo en el instante en que en la tierra nacían bacterias, eucariotas y arqueas, los tres dominios orgánicos que colonizaron nuestro mundo desde entonces.

El cosmos es aún un gran desconocido. Un extraño gigante al que observábamos con las limitaciones de nuestra especie. La luz, sólo ella, ha sido nuestra vía para comprender lo que en su gran oscuridad sucedía. Del mismo modo que una célula interactúa con su medio microscópico a través de eficaces sensores que resultan incapaces ante los estímulos de lo macro nuestra especie sufrió las mismas limitaciones con la inmensidad del espacio exterior. Nuestros sentidos nos impiden comprender el universo en su totalidad. Sólo a través de la vista, creada para un mundo insignificante, conseguimos interpretar la luz que recibimos del cosmos. Pero gracias a la tecnología todo ha comenzado a cambiar drásticamente.

¿Cómo lo hemos conseguido? La respuesta son las ondas gravitacionales. Para comprenderlas debemos imaginar la superficie plácida de un lago. Sobre ella arrojamos una piedra que se sumerge en el agua. Con esta acción el mineral genera ondas concéntricas que recorren toda la superficie acuática. Estas fluctuaciones suceden del mismo modo en el universo. Pero en él no son ondas de agua las que se disipan sino la oscilación del espacio-tiempo. Y para que esto suceda no necesitamos una simple roca sino un cuerpo extremadamente masivo que rote a gran velocidad. 

Estas ondas fueron ya intuidas hace años por Einstein en su teoría de la relatividad general pero hoy por fin podemos “escucharlas”. Digamos que antes veíamos la luz del universo pero ahora, como hacen los murciélagos o los delfines con el mundo, lo “escuchamos” a través de sus ondas. Gracias a ellas cuerpos como los agujeros negros, estrellas de neutrones o incluso otros aún por conocer podrán ser por fin captados y comprendidos. O incluso nuestra gran afamada teoría del big bang, prácticamente indemostrable ya que en aquellos primeros instantes la luz aún no brillaba al no existir estrellas y galaxias, podrá por fin ser probada.

Wikimedia Commons – Ondas gravitacionales generadas por un sistema binario. La deformación ocurre en un plano perpendicular a la dirección de propagación de la onda.

Hasta la fecha se han reportado la detección de ondas gravitacionales de hasta cuatro eventos. El último hace apenas unos años donde una colisión masiva a 7000 años luz se erigió como la detección más lejana hasta la época. Un choque, que si miramos en nuestra historia, se produjo mucho antes de que se formara no sólo la tierra o el sol, sino nuestro propio sistema solar. Dos agujeros negros que girando cercanos en espiral colisionaron para fusionarse. El resultado, además de un agujero negro de un tamaño colosal, generó una distorsión del espacio tiempo que viajó por el universo hasta llegar el 21 de Mayo de 2019 a la Tierra. 

Como seres minúsculos dentro del universo comenzamos a crear herramientas diferentes que nos ayudan a interpretarlo. Imagina por un momento a una célula que percibe la información de lo que es un ecosistema o una tercera dimensión. Nos queda mucho aún por “escuchar “ ahí fuera. La información recibida será extraordinaria pero, ¿estará nuestra especie preparada para interpretarla? ¿Conseguiremos responder con ella a las grandes preguntas sobre nuestro origen?¿Y si llegamos al inicio del universo y descubrimos que no es el principio?

 

Las ondas gravitacionales explicadas para principiantes (agenciasinc.es)

Descubren el agujero negro más masivo detectado con ondas gravitacionales (nationalgeographic.com.es)

Agujeros negros: Los científicos captan una enorme onda gravitacional que no debería existir | Ciencia | EL PAÍS (elpais.com)

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