Parece mentira que nos tengan que decir que estamos agrediendo
Tantas conversaciones dolorosas que siguen un pensamiento repetido: “¿cómo somos capaces de estar agrediendo sin sentirnos mal?” ¿Quiénes nos creemos que somos para poder hacer lo que hacemos tan impunemente? Más de la mitad de la población amenazada, y ¿¡nos lo tienen que decir!?